Los periodistas y sus barricadas / segunda parte
Debido al interés de los lectores en el texto inconcluso de las posiciones políticas de grupos de periodistas reputados en medios impresos y electrónicos, anunciamos que a partir de hoy se publicará en una serie de entregas una reflexión profunda en torno de las escuderías y banderías ideológicas de varios importantes comunicadores, que han salido a relucir, de manera más nítida, debido al conflicto postelectoral y el movimiento de inconformidad que representa Andrés Manuel López Obrador.
Nos referíamos ayer a un interesante texto firmado por Regina Santiago, columnista del diario La Crónica de Hoy, quiena demás coordina un taller de monitoreo de medios en la Universidad Iberoamericana, quien hace alusión al reciente episodio entre Ciro Gómez Leyva y Carmen Aristegui, en el programa que conduce la periodista en W Radio, en la que se conversaría de la cancelada entrevista de Ciro con el empresario preso, Carlos Ahumada, lo que fue tomado muy a mal por las huestes lopezobradoristas, que toldaron de traidor al periodista de Radio Fórmula y Milenio radio, ya que en la entrevista el dueño del Grupo Quartz arremetería por igual contra López Obrador, Alejandro Encinas y otros perredistas, pero también contra funcionarios de la administración Fox, el “Jefe” Diego Fernández de Cevallos, Carlos Salinas de Gortari y otros célebres personajes del folclor nacional.
El caso es que con todo y su rostro angelical, Aristegui tenía ya lista una emboscada para Gómez Leyva.
Recordemos el tema en la citada columna del martes 22 de septiembre en una deliciosa narración de los hechos, comos e vivieron en los medios. Con inspiración casi literaria, Regina evoca: “la del jueves 17 de agosto debió ser una larga noche de reflexión para Carmen Aristegui. A la mañana siguiente correría el riesgo de quedar etiquetada como pieza clave de un engranaje propagandístico cuidadosamente estructurado tal vez por cierto sector del gobierno cubano; quizás por una de las fracciones del lopezobradorismo, probablemente por ambos, aunque haya quienes dicen que por ninguno.
”Como comentarista de CNN en español y Televisa Radio, Aristegui fue seleccionada para impulsar un debate que pudiera contribuir a recuperar la cohesión de un movimiento lopezobradorista que cada vez hace más evidentes sus fracturas. La apuesta era riesgosa. Se basaba en reciclar un video claramente manipulado con fragmentos de la confesión grabada al polémico empresario, Carlos Ahumada, en un centro de reclusión cubano.
“La mañana del viernes 18 de agosto Aristegui decidió correr el riesgo pero intentó una especie de “vacuna” subrayando el valor periodístico de un material que, por la forma en que le fue proporcionado y por el tratamiento que recibió, estaba destinado a generar múltiples suspicacias. Dijo que no era ingenua, que sabía que le habían hecho llegar el material con una intencionalidad política, que se trataba de llevar la atención hacia la idea del complot foxista del que había sido víctima López Obrador.
“A pesar de que sus palabras parecían revelar un conflicto interno, a las 8:30 de la mañana Aristegui detonó el mecanismo de propaganda. A las 8.50 estaba terminando de difundirse el video y cuatro minutos después Milenio online informaba del contenido, enfatizando que ésta era la prueba de la existencia del complot que López Obrador siempre denunció”.
Suena fuerte ¿o no? Realmente lo es, material valioso para tener acceso a las motivaciones políticas y talones de Aquiles de comunicadores que pocas veces son ventiladas como lo han sido durante este atípico derrotero de la odisea del Peje.
Agrega Regina Santiago que “como muchos otros comentaristas de noticias, Aristegui ha sido regañada en público y en privado por López Obrador y algunos de sus operadores como Claudia Sheinbaum y Federico Arreola, a pesar de que les ha brindado su apoyo. Ahora es puesta en evidencia por los propios periodistas de Televisa radio y por otra ala de la estrategia de López Obrador. El sábado 21 de agosto, una vez que pudo medirse el efecto boomerang que provocó la difusión del video para los ultras del lópezobradorismo, Jaime Avilés escribió en La Jornada que no podía descartarse que el video hubiera sido filtrado por la campaña de Felipe Calderón.
”La difusión del video de Ahumada se dio un día después de que Rosario Robles había denunciado la traición de López Obrador no sólo a ella, sino a Cuauhtémoc Cárdenas. López Obrador utilizó a Rosario Robles para ganar la elección como jefe de Gobierno y luego la persiguió cuando vio que podía convertirse en un obstáculo para sus planes de apoderarse del PRD y de la candidatura a la Presidencia.La maniobra propagandística se dio también en momentos en que crece la percepción de que la izquierda pensante y moderna no tiene cabida en el lópezobradorismo. El caudillo exige total sumisión y la renuncia a todo pensamiento propio. Algunos políticos, intelectuales y periodistas han tenido el valor de declarar públicamente que, aunque votaron por López Obrador, hoy no están dispuestos a seguirlo en su nueva aventura. Ojalá y los detalles de este episodio propiciaran otra larga noche de reflexión por parte de Carmen Aristegui, con mejores resultados para ella, para el periodismo y para la izquierda pensante”.
Después de estos antecedentes, regresemos al episodio del encuentro de Ciro Gómez Leyva en el programa de Carmen Aristegui, y guiados de la pluma de Regina, en su columna del 26 de septiembre, la analista se pregunta “¿Aristegui puso de rodillas a Gómez Leyva?”, y alude a los juicios políticos desde la tribuna popular, específicamente se remonta a cuando “los mensajes del tribunal del templete tocaron a Cuauhtémoc Cárdenas y también, recientemente, a Ciro Gómez Leyva. ¿Hay algún hilo conductor en sus sentencias? –se pregunta. Reflexionemos sobre el contexto de esta historia. El martes 19 de septiembre Carmen Aristegui pactó una entrevista telefónica con Gómez Leyva porque, según le dijo, era importante conocer su versión sobre las causas que llevaron a la cancelación de la entrevista que le iba a hacer a Carlos Ahumada. Gómez Leyva aceptó sin saber que Aristegui le tendría preparada una trampa”.
”La mañana del 20 de septiembre, Aristegui agradeció a Gómez Leyva que hubiera aceptado la conversación propuesta. Al inicio de la entrevista, Gómez Leyva repitió casi palabra por palabra el relato que ya había hecho en Radio Fórmula y Milenio en que detallaba lo que consideró como una actitud extraña de los funcionarios del gobierno del DF los días previos y el mismo día de la entrevista; comportamiento extraño que incluía una actitud intimidatoria para con Ahumada.
“Cuando terminó el relato, Aristegui insistió en que Gómez Leyva tenía que reconocer que, como dijo el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, fue el propio Ahumada quien decidió no conceder la entrevista. Tras un largo intercambio, Gómez Leyva le hizo notar que en efecto, si se sacaban las cosas de contexto y sólo se consideraba lo que había dicho Ahumada casi llorando, pues sí, había sido él quien decidió cancelar la entrevista”.
Y aquí viene la asonada aristeguiana, y dejemos que la narración de Regina nos lleve a esos momentos hertzianos: “fue entonces cuando, ante la sorpresa de Gómez Leyva, Aristegui transmitió una grabación que pone al descubierto la relación del controvertido empresario textilero, Kamel Nacif, con Antonio Moreno Valle, ex jefe de Gómez Leyva en Canal 40.
“¿Qué te dice esta grabación, Ciro?, preguntó Aristegui con tono y actitud inquisitorial. Gómez Leyva se mostró consternado. Al principio no sabía qué decir y tras algunos rodeos señaló que creía que, en efecto, en el 2001 Nacif le prestó dinero al dueño del Canal 40 para pagar los salarios caídos. Añadió: Ahora veo que Kamel Nacif estaba muy molesto, muy enojado, porque no le habían pagado; y se le ocurrió cobrarse a través de maniobras. Gómez Leyva agregó que esta plática quizá tuvo lugar en 2004. Observó: Lo que él está proponiendo fue más o menos lo que terminó ocurriendo en el Canal 40.“Para tratar de comprender este momento, recordemos: En el tribunal del templete del Zócalo del DF se había colgado la caricatura de Gómez Leyva considerándolo como “traidor” (¿quizás por su afán de entrevistar a Ahumada?); ahí mismo, se mencionó a Aristegui como “amiga” (quizás por transmitir el video de Ahumada grabado en Cuba y editado para servir a la causa). Con esa especie de ajuste de cuentas con Gómez Leyva a través de Aristegui, el 20 de septiembre se cumplió la justicia de la plaza: La del periodismo atrapado por las causas; la del periodista rehén de sí mismo y de sus fuentes”, remata Regina, con cellos y timbales de tenor dramático.
Nos referíamos ayer a un interesante texto firmado por Regina Santiago, columnista del diario La Crónica de Hoy, quiena demás coordina un taller de monitoreo de medios en la Universidad Iberoamericana, quien hace alusión al reciente episodio entre Ciro Gómez Leyva y Carmen Aristegui, en el programa que conduce la periodista en W Radio, en la que se conversaría de la cancelada entrevista de Ciro con el empresario preso, Carlos Ahumada, lo que fue tomado muy a mal por las huestes lopezobradoristas, que toldaron de traidor al periodista de Radio Fórmula y Milenio radio, ya que en la entrevista el dueño del Grupo Quartz arremetería por igual contra López Obrador, Alejandro Encinas y otros perredistas, pero también contra funcionarios de la administración Fox, el “Jefe” Diego Fernández de Cevallos, Carlos Salinas de Gortari y otros célebres personajes del folclor nacional.
El caso es que con todo y su rostro angelical, Aristegui tenía ya lista una emboscada para Gómez Leyva.
Recordemos el tema en la citada columna del martes 22 de septiembre en una deliciosa narración de los hechos, comos e vivieron en los medios. Con inspiración casi literaria, Regina evoca: “la del jueves 17 de agosto debió ser una larga noche de reflexión para Carmen Aristegui. A la mañana siguiente correría el riesgo de quedar etiquetada como pieza clave de un engranaje propagandístico cuidadosamente estructurado tal vez por cierto sector del gobierno cubano; quizás por una de las fracciones del lopezobradorismo, probablemente por ambos, aunque haya quienes dicen que por ninguno.
”Como comentarista de CNN en español y Televisa Radio, Aristegui fue seleccionada para impulsar un debate que pudiera contribuir a recuperar la cohesión de un movimiento lopezobradorista que cada vez hace más evidentes sus fracturas. La apuesta era riesgosa. Se basaba en reciclar un video claramente manipulado con fragmentos de la confesión grabada al polémico empresario, Carlos Ahumada, en un centro de reclusión cubano.
“La mañana del viernes 18 de agosto Aristegui decidió correr el riesgo pero intentó una especie de “vacuna” subrayando el valor periodístico de un material que, por la forma en que le fue proporcionado y por el tratamiento que recibió, estaba destinado a generar múltiples suspicacias. Dijo que no era ingenua, que sabía que le habían hecho llegar el material con una intencionalidad política, que se trataba de llevar la atención hacia la idea del complot foxista del que había sido víctima López Obrador.
“A pesar de que sus palabras parecían revelar un conflicto interno, a las 8:30 de la mañana Aristegui detonó el mecanismo de propaganda. A las 8.50 estaba terminando de difundirse el video y cuatro minutos después Milenio online informaba del contenido, enfatizando que ésta era la prueba de la existencia del complot que López Obrador siempre denunció”.
Suena fuerte ¿o no? Realmente lo es, material valioso para tener acceso a las motivaciones políticas y talones de Aquiles de comunicadores que pocas veces son ventiladas como lo han sido durante este atípico derrotero de la odisea del Peje.
Agrega Regina Santiago que “como muchos otros comentaristas de noticias, Aristegui ha sido regañada en público y en privado por López Obrador y algunos de sus operadores como Claudia Sheinbaum y Federico Arreola, a pesar de que les ha brindado su apoyo. Ahora es puesta en evidencia por los propios periodistas de Televisa radio y por otra ala de la estrategia de López Obrador. El sábado 21 de agosto, una vez que pudo medirse el efecto boomerang que provocó la difusión del video para los ultras del lópezobradorismo, Jaime Avilés escribió en La Jornada que no podía descartarse que el video hubiera sido filtrado por la campaña de Felipe Calderón.
”La difusión del video de Ahumada se dio un día después de que Rosario Robles había denunciado la traición de López Obrador no sólo a ella, sino a Cuauhtémoc Cárdenas. López Obrador utilizó a Rosario Robles para ganar la elección como jefe de Gobierno y luego la persiguió cuando vio que podía convertirse en un obstáculo para sus planes de apoderarse del PRD y de la candidatura a la Presidencia.La maniobra propagandística se dio también en momentos en que crece la percepción de que la izquierda pensante y moderna no tiene cabida en el lópezobradorismo. El caudillo exige total sumisión y la renuncia a todo pensamiento propio. Algunos políticos, intelectuales y periodistas han tenido el valor de declarar públicamente que, aunque votaron por López Obrador, hoy no están dispuestos a seguirlo en su nueva aventura. Ojalá y los detalles de este episodio propiciaran otra larga noche de reflexión por parte de Carmen Aristegui, con mejores resultados para ella, para el periodismo y para la izquierda pensante”.
Después de estos antecedentes, regresemos al episodio del encuentro de Ciro Gómez Leyva en el programa de Carmen Aristegui, y guiados de la pluma de Regina, en su columna del 26 de septiembre, la analista se pregunta “¿Aristegui puso de rodillas a Gómez Leyva?”, y alude a los juicios políticos desde la tribuna popular, específicamente se remonta a cuando “los mensajes del tribunal del templete tocaron a Cuauhtémoc Cárdenas y también, recientemente, a Ciro Gómez Leyva. ¿Hay algún hilo conductor en sus sentencias? –se pregunta. Reflexionemos sobre el contexto de esta historia. El martes 19 de septiembre Carmen Aristegui pactó una entrevista telefónica con Gómez Leyva porque, según le dijo, era importante conocer su versión sobre las causas que llevaron a la cancelación de la entrevista que le iba a hacer a Carlos Ahumada. Gómez Leyva aceptó sin saber que Aristegui le tendría preparada una trampa”.
”La mañana del 20 de septiembre, Aristegui agradeció a Gómez Leyva que hubiera aceptado la conversación propuesta. Al inicio de la entrevista, Gómez Leyva repitió casi palabra por palabra el relato que ya había hecho en Radio Fórmula y Milenio en que detallaba lo que consideró como una actitud extraña de los funcionarios del gobierno del DF los días previos y el mismo día de la entrevista; comportamiento extraño que incluía una actitud intimidatoria para con Ahumada.
“Cuando terminó el relato, Aristegui insistió en que Gómez Leyva tenía que reconocer que, como dijo el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, fue el propio Ahumada quien decidió no conceder la entrevista. Tras un largo intercambio, Gómez Leyva le hizo notar que en efecto, si se sacaban las cosas de contexto y sólo se consideraba lo que había dicho Ahumada casi llorando, pues sí, había sido él quien decidió cancelar la entrevista”.
Y aquí viene la asonada aristeguiana, y dejemos que la narración de Regina nos lleve a esos momentos hertzianos: “fue entonces cuando, ante la sorpresa de Gómez Leyva, Aristegui transmitió una grabación que pone al descubierto la relación del controvertido empresario textilero, Kamel Nacif, con Antonio Moreno Valle, ex jefe de Gómez Leyva en Canal 40.
“¿Qué te dice esta grabación, Ciro?, preguntó Aristegui con tono y actitud inquisitorial. Gómez Leyva se mostró consternado. Al principio no sabía qué decir y tras algunos rodeos señaló que creía que, en efecto, en el 2001 Nacif le prestó dinero al dueño del Canal 40 para pagar los salarios caídos. Añadió: Ahora veo que Kamel Nacif estaba muy molesto, muy enojado, porque no le habían pagado; y se le ocurrió cobrarse a través de maniobras. Gómez Leyva agregó que esta plática quizá tuvo lugar en 2004. Observó: Lo que él está proponiendo fue más o menos lo que terminó ocurriendo en el Canal 40.“Para tratar de comprender este momento, recordemos: En el tribunal del templete del Zócalo del DF se había colgado la caricatura de Gómez Leyva considerándolo como “traidor” (¿quizás por su afán de entrevistar a Ahumada?); ahí mismo, se mencionó a Aristegui como “amiga” (quizás por transmitir el video de Ahumada grabado en Cuba y editado para servir a la causa). Con esa especie de ajuste de cuentas con Gómez Leyva a través de Aristegui, el 20 de septiembre se cumplió la justicia de la plaza: La del periodismo atrapado por las causas; la del periodista rehén de sí mismo y de sus fuentes”, remata Regina, con cellos y timbales de tenor dramático.
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