El Impertinente

10/16/2006

Un modelo económico para armar en México

Los más recientes acontecimientos en Tabasco y Oaxaca, las turbulentas y sucias elecciones del domingo 15 de octubre en la primera entidad, y el movimiento magisterial y popular oaxaqueño que pide la caída del gobernador Ulises Ruiz, luego de más de 400 días de conflicto, enmarcan una de las noticias de mayor trascendencia de este lunes 16, una directriz que perfila gran parte de la política económica que seguirá el gobierno de Felipe Calderón: un prosélito del Fondo Monetario Internacional, Agustín Carstens, renunció a su alta posición en el organismo internacional para incorporarse al equipo de transición del presidente electo, para ocupar previsiblemente la cartera de Hacienda, que hoy ocupa Francisco Gil Díaz.

Algunos analistas como Zepeda Patterson, de El Universal, interpretan como un triunfo dicha designación, después de que en el medio periodístico corrió la versión de que había gran resistencia por parte de la familia de Carstens a la aceptación del puesto, por motivos de salud, pero sobre todo por la importancia que como gozne de los capitales internacionales y sus políticas económicas y filosofías post-liberales, es decir las que siguen recomendando las prescripciones del neoliberalismo incluso cuando se ha reconocido su fracaso en la generación de bienestar social, confirmando potencias con carácter eminentemente militarista como EUA, que propugnan por la reproducción del capitalismo del complejo industrial-militar.

Es por eso que el nombramiento de Carstens es de gran peso para el futuro económico del país, en donde no se han logrado combatir con eficacia lastres como la pobreza extrema y el bajo poder adquisitivo de las mayorías.

Tratemos entonces de analizar estos movimientos en el tablero de la agenda política, ya que recientemente se han difundido declaraciones de actores importantes en el sector privado, pronunciándose favorablemente por la propuesta México 20-30 de Calderón, base de una consulta nacional, según se anunció, y punto de partida del Plan Nacional de Desarrollo 2006-2012.